El café es, probablemente, una de las bebidas aromáticas más populares del mundo. A lo largo de la historia, han ido apareciendo multitud de mitos y leyendas a su alrededor, no todas ellas ciertas.
En la actualidad, se han realizado diversos estudios que han descubierto las ventajas, e incluso los beneficios, que el café puede aportarle a nuestra salud, siempre y cuando, respetemos un consumo moderado. Estos son los principales efectos:
- Estimulante del sistema nervioso:
Mejora la atención, el estado de alerta y la capacidad de concentración.
- Mejora el rendimiento físico:
El café, tomado antes de comenzar a realizar ejercicio, puede ayudar a mejorar la potencia muscular.
- Reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y retrasa el envejecimiento:
- Disminuye el riesgo de padecer Parkinson y Alzheimer.
- Disminuye el riesgo de padecer Diabetes tipo 2.
Siempre y cuando no abusemos del azúcar y cuidemos también el resto de nuestra alimentación.
- Ayuda a mejorar los dolores de cabeza:
Debido a la vasodilatación que provoca la cafeína a nivel cerebral.
- Potencia el efecto de determinados analgésicos como la Aspirina.
- Ayuda a evitar el estreñimiento.
- Ayuda a evitar la formación de cálculos biliares.
- Es diurético.
- Ayuda a prevenir las crisis asmáticas.
Entre los mitos que al parecer se han desterrado, se encuentran que:
- No es cierto que provoque abortos y partos prematuros, siempre y cuando sea consumido en cantidad moderada.
- No aumenta el riesgo de infarto de miocardio.
- No aumenta el dolor de cabeza.
- No provoca úlcera a no ser que ya exista una lesión gástrica previa. Como curiosidad, destacaremos que el café más tostado es el que es menos irritante gástrico.
Viendo estos resultados, parece que, en principio, si estamos sanos y no existe ninguna contraindicación médica expresa al respecto, tomar café puede aportarnos más beneficios que perjuicios.
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