martes, 13 de mayo de 2014

Plantas para depuracion hepatico biliar

Plantas únicas para detoxificar el organismo: rábano negro, cardo mariano, alcachofa y aceite esencial de manzanilla romana.

El rábano negro Posee un gran valor biológico, la toma de su jugo concentrado bio, tiene diferentes efectos terapéuticos. Gracias a su efecto colerético y colagogo y su contenido en compuestos azufrados ejercen un efecto estimulante de la secreción biliar y facilitan el vaciado de la vesícula biliar, favoreciendo el drenaje de los residuos tóxicos acumulados tanto en la vesícula como en el hígado. Estos mismos compuestos le confieren también, una acción hepatoprotectora, diurético-depurativa, aperitiva, balsámica, expectorante, anti-bacteriana y anti-viral. El rábano negro es una fuente muy rica en glucosinolatos y la efectividad de estos compuestos, contenidos en su composición, le dan la propiedad de aumentar la actividad de la fase II de detoxificación enzimática, se trata en realidad de un  potente inductor de las enzimas de detoxificación. La inducción de estas enzimas contribuye a la protección contra el daño hepático en diferentes modelos expermientales.


El cardo mariano y la silimarina Que contiene, posee numerosas acciones farmacológicas aceptadas y otras que están en estudio. Destaca por su efecto aperitivo, digestivo, hepatoprotector, anti-oxidante venotónico, diurético y hemostático. Por lo que se ha utilizado tradicionalmente en el tratamiento de las afecciones hepáticas y biliares, en las hemorragias uterinas, en la diabetes, el estreñimiento y las varices.
Planta utilizada tradicionalmente para prevenir y tratar las afecciones hepáticas. En su composición destaca la presencia de un grupo de compuestos, denominados flavolignanos, inicialmente denominados como silimarina (silibina, silicristina, silidianina), responsables de los efectos hepato-protectores atribuidos al cardo mariano, confiriéndole además un efecto hipocolestrerolemiante, colerética y colagoga, puesto que incrementa la síntesis de sales biliares y su secreción.


La alcachofa. Se considera también un buen hepatoprotector, debido a la acción captadora de los radicales libres. El extracto de alcachofa inhibe además de forma indirecta la *hidroximetilglutaril- coenzima A-reductasa (HMGCoA-reductasa -enzima necesaria para que el cuerpo produzca colesterol). Además, aumenta la eliminación de bilis, lo que tiene un efecto coadyuvante y facilita el drenaje de colesterol. Su toma reduce el valor de colesterol total y LDL. Además de prevenir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”).



La manzanilla romana. Es una hierba perenne. Contiene aceite esencial en una proporción del 0,4 al 2,5 %, en el que destacan diferentes moléculas aromáticas, entre las que sobresale su altísimo contenido en ésteres, mayor al 60%, como son: el angelato de isobutilo, angelato de isoamilo, angelato de b-metalilo, isobutanoato de isobutilo, etc. Además, el aceite esencial contiene aunque en pequeña proporción de otros principios activos como: los monoterpenoles, aldehidos, ácidos, cetonas terpénicas y monoterpenos. Es el aceite esencial, el responsable de su acción anti-inflamatoria, anti-espasmódica, carminativa, colerética, aperitivo-eupéptica o que favorece el proceso digestivo y anti-alérgica. Su aceite esencial se considera también calmante, hipotensor, ligeramente emenagogo y reequilibrante nervioso.

Se ha utilizado tradicionalmente para el tratamiento del dolor d estómago, espasmo gastro-intestinales, síndrome del colon irritable, flatulencias, meteorismo y disquinesias hepatobiliares. Así como para las alteraciones del sistema nervioso: nerviosismo, taquicardia, sensación de “nudo en el estómago”, insomnio, migraña de origen digestivo.



Fuente: http://www.saberalternativo.es/spa/salud.asp?var1=&var2=La%20depuracion%20hepatico%20biliar&nar1=0&nar2=1173

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