Causas:
Los problemas de circulación de la sangre se pueden deber a
muchas causas: la falta de vitamina E, el exceso de Sodio, la falta de Potasio,
el abuso de alimentos ácidos, poca fibra en la dieta, tener el Colesterol alto,
la falta de otras vitaminas y minerales así como la deshidratación. Uno de los
problemas de la mala circulación es, por ejemplo, las venas varicosas, éstas se
producen por la acumulación de residuos en sus paredes, la falta de elasticidad
y su fragilidad. El componente genético es muy importante también, pero no
significa que no podamos atajar el problema a tiempo y ayudar a nuestro
organismo a autosanarse.
Si decides cambiar tus hábitos de alimentación o de vida,
hazlo poco a poco añadiendo primero aquello más te llame la atención y te
resulte más fácil, dándote tiempo para incorporarlo a tu vida y hacerlo parte
de esta. Cuando empieces a sentirte mejor puedes empezar a retirar los malos
hábitos. Ir poco a poco es la clave, no te agobies si va un poco lento y de vez
en cuando reconócete tus logros; mírate al espejo y dite que todo lo que estás
haciendo es por tu bien y que tú te lo mereces.