Las plantas medicinales son utilizadas desde las culturas clásicas europeas, pasando
por la China milenaria, donde siempre ha sido fundamental en su sistema de
salud, existiendo textos de recopilación de más de 10.000 plantas con
propiedades terapéuticas.
Se conocen textos al respecto desde el siglo XVII a. de C.
en Egipto desarrollados por estudiosos de la época. Adquirieron especial
importancia también en Mesopotamia, la India, Grecia y los países del Golfo
Pérsico.
Fue mediante la invención de la imprenta en 1450 por
Gutenberg, cuando se comenzó a difundir el cuidado de enfermedades mediante el
uso de las plantas. De suma importancia fue al mismo tiempo el descubrimiento
de América por Cristóbal Colon en 1492, pues se importaron muchas variedades
desconocidas hasta entonces en Europa y Asia. Posteriormente, en los siglos XVI
y XVII, mediante el estudio químico de las sustancias activas existentes en las
plantas, comenzó a gestarse la farmacopea actual interviniendo activamente la
química. Puede decirse que la utilización de las plantas como su desarrollo
posterior es la base de la medicina alopática o tradicional actual.
El pino
Es una especie conífera que tiene grandes propiedades
curativas y son conocidas desde la antigüedad para tratar afecciones tan
comunes como un resfriado. Veamos que enfermedades pueden tratarse con pino:
Reumatismo, enfermedades de la garganta, catarro, gripes, resfriados, tos, neumonía,
tuberculosis, debilidad, de la matriz, problemas de la vejiga, alteraciones
nerviosas causados por shock o depresiones, inflamación de la uretra, debilidad
corporal, obstrucción de los riñones, gota, tisis, traqueítis, raquitismo,
problemas de toxinas en la sangre, etc. Las partes que se utilizan del pino son
los brotes nuevos, yemas, hojas.
Se prepara un té colocando una cucharada de brotes en una
taza grande a la que se le agregará agua hirviendo. Se deja reposar y se
endulza con miel o azúcar. También puede hacerse un cocimiento con 20 gramos de
hojas o yemas de pino en 1 litro de agua, se hierve por espacio de 5 minutos y
luego se deja entibiar. Guárdese en refrigerador en envase de vidrio. Se toman
diariamente de 2 a 4 cuatro pocillos del té. Esto es muy indicado para
purificar la sangre y los riñones, las vías urinarias y el organismo en
general. Para uso externo puede elevarse la dosis de hojas o yemas de pino,
haciendo un cocimiento de más tiempo, unos 15 a 20 minutos para extraer mejor sus
principios activos.
Este te obtenido es recomendado en casos de fomentos,
masajes, pediluvios, baños de asiento y también para bañarse completamente,
pues es un buen restaurador de las energías pérdidas durante el día, contribuye
al restablecimiento general del humor. Asimismo, pueden hacerse inhalaciones
con el vapor del cocimiento de pino para las personas que sufren de problemas
pulmonares. Recorrer los lugares donde haya muchos pinos es benéfico para
aquellas personas que están debilitadas o con problemas pulmonares, pues su
fresco aroma y su influencia curativa esté presente también en el aire colmado
de buen oxígeno.
El Mango
El mango es un árbol originario de países tropicales, crece
en muchos países de América Central y es una fruta que se va integrando a la
variedad de muchos países aun cuando no se cultive en otros climas.
Esta fruta es nutritiva y curativa, su valor vitamínico se
basa principalmente en vitamina B y C. Su alto valor curativo se ve en casos que
cura: Enfermedades de las encías, escorbuto, dolor de muelas, dientes,
debilidad dental en general, depura la sangre, combate los catarros, es muy
eficaz en enfermedades de los bronquios, actúa muy bien en casos de acidez
estomacal, ayuda en casos de estreñimiento, combate las mucosidades de la
garganta evitando que se formen placas bacterianas que provocan infecciones,
libera las vías respiratorias colaborando en la mejor oxigenación de los órganos,
combate ronqueras, fiebres, bronquitis, y es un auxiliar para hacer fomentos en
casos de golpes o torceduras aliviando la zona afectada.
Se puede preparar un té con las hojas del árbol de mango,
colocando un puñado de hojas en agua y hervir durante unos minutos, luego se
filtra y se deja entibiar. Este te resultante puede utilizarse en forma externa
para hacer fomentos en casos de dolores por caídas o golpes. Se empapa un paño
con el té y coloca en la parte afectada durante unos minutos diarios. Asimismo
el té obtenido con las hojas de mango puede utilizarse para hacer lavados
bucales en casos de enfermedades de la boca y dolores de garganta, se practican
gárgaras durante unos minutos.
También puede beberse media taza de este te en casos de
problemas relacionados con los bronquios. Con el carozo de la fruta se hace también
un te con el cual se combaten parásitos internos. En este caso se hace hervir 1
carozo de la fruta en una taza y media de agua durante 20 minutos, luego se
deja entibiar y se toma 3 cucharadas por la mañana antes del desayuno.
El Álamo
El álamo es un árbol grande, frondoso y lleno de energía en
todas sus etapas. Se lo conoce en todos los países, pero pocos saben de las
propiedades curativas de este hermoso árbol.
Las yemas de sus ramas, sobre todo las que contienen resina,
son muy buenas para tratar algunas enfermedades. Su aplicación es activa en:
catarros, pulmones, hemorroides, labios agrietados, sabañones, piel reseca
agrietada, enfermedades de las vías urinarias, granos, vejiga, enfermedades crónicas
del pecho, problemas de piel.
Se puede preparar un té con las yemas de álamo y se emplea
tanto exteriormente como interiormente. Se prepara una infusión, es decir
colocar una pequeña cantidad (una cucharadita), en la taza y se le agrega agua
hirviendo, se deja reposar, endulzar y tomar. En caso de usar exteriormente se
aplica el té obtenido en forma de fomentos tibios o cataplasmas o compresas
sobre la zona afectada. Aquí la cantidad a usar: 20 gramos de yemas en 1 litro
de agua.
Se prepara haciendo una infusión. Puede tomarse diariamente
de 3 a 4 pocillos del té. Para casos de hemorroides, se puede hacer un
cocimiento, es decir se colocan 40 gramos de yemas de álamo en un litro de agua
y se hace hervir por unos minutos. Luego se deja entibiar y se hacen baños de
asiento o colocando fomentos en la zona afectada 3 o 4 veces por día. En
ciertas etapas del año, por ejemplo en primavera, que la savia está en aumento
se puede hacer una incisión en el tronco para extraer el jugo del árbol y
usarlo para tratar la enfermedades antes citadas, tomando una cucharadita del
jugo 3 veces por día, puede mezclarse con un poco de jugo de naranjas para que
resulte agradable al paladar.
Este jugo también puede usarse exteriormente para tratar
enfermedades de la piel, hemorroides, granos rebeldes, etc. Para hacer ungüentos
se hace de la siguiente forma: 150 gramos de yemas de álamo 500 gramos de
manteca fresca (no salada) Dejar al baño maría durante unas 6 horas, luego se
filtra en caliente con un filtro de tela y se guarda en sitio fresco, luego
puede usarse colocando un poco del ungüento en una tela limpia y se aplica en
la zona afectada.
El Laurel
Símbolo de gloria, fama, poder y profecías, el laurel ha
sido desde la antigüedad, una planta usada por siempre. Con sus ramas se
coronaban a los vencedores en la antigua Roma y aún en la actualidad, a los
vencedores de varias competencias se les entrega ramas de laureles en formas de
coronas.
Esta planta se asociaba a Dios y al sol, por lo que se la
consideraba sagrada y ya en Delfos era usada por las pitonisas para profetizar,
de allí su valor místico. Las hojas de laurel tienen propiedades que pueden ser
aprovechadas al preparar un té curativo en las siguientes enfermedades:
Nerviosismo, mareos, melancolía, tristezas, desgano, pánicos, debilidad
corporal, falta de voluntad. Problemas de la vejiga, dolores de garganta,
problemas pulmonares, parasitosis dérmica, reuma, artritis, parálisis, dolor de
estómago, digestión lenta, stress, regulador menstrual, sordera.
En ciertas enfermedades dérmicas o de articulaciones, puede
aplicarse una cataplasma sobre la zona afectada con un té tibio-caliente. Para
preparar el té se colocan 10 gramos de hojas de laurel en un litro de agua. Se
hierve por 3 o 5 minutos, se retira del fuego y se deja entibiar. Luego puede
tomarse de 3 a 4 pocillos por día.
También puede obtenerse o comprase en farmacia "aceite
de laurel" que entibiado y puesto en fomentos, alivia los problemas reumáticos
y dolores óseos. También es efectivo en casos de problemas dérmicos como por
ejemplo la sarna y otras afines. Antiguamente se quemaba en las habitaciones de
los enfermos, hojas de laurel y mirra para purificar el ambiente, pues su
agradable alejaba los malos olores. Para levantar el ánimo y fortalecer la
voluntad, pueden colocarse 3 hojas de laurel en agua fría y dejarlas macerar
por la noche. A la mañana, al levantarse puede beberse un poco del agua.
Romero
Composición: Arbusto perenne de hojas lineales y rígidas,
pudiendo llegar a medir 1 metro.. De sus axilas de los brotes superiores salen
flores labiadas azuladas o violáceas. Sus frutos son tetraquenios.
Localización: Crece en cualquier lugar de la zona mediterránea
y centro de España. En terrenos calcáreos y secos.
Recolección: Se recogen los brotes jóvenes en tiempo
caluroso. Se secan en zonas de sombra ventiladas. Propiedades: Posee un olor
muy característico y profundo. Es una de las plantas más usadas desde hace muchísimos.
Contiene alcaloides, saponina, ácidos orgánicos y aceite esencial que este
compuesto de alcanfor, cineol y borneol.
Con él se fabrica el alcohol de romero, muy apreciado por
nuestros padres y abuelos para calmar el cansancio. También se usan infusiones
de sus hojas, teniendo propiedades sedativas y diuréticas.
Otras propiedades son las de proteger el hígado de las
grasas, los bronquios y las vías respiratorias, contra los reumatismos,
agotamientos, astenia y vértigos. Es tóxico en dosis grandes.
Resulta muy agradable para condimentar asados y sopas.
Actualmente se esté utilizando en perfumería y geles de baño, junto a otras
plantas aromáticas
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