martes, 7 de febrero de 2017

Tusílago

Esta planta medicinal que vamos a analizar es conocida como tusílago, fárfara o también uña de gato. Aunque también se puede reconocer por su nombre botánico en latín, Tussilago fárfara. 

Tussilago proviene del latín tussis que significa tos debido al uso en la antigüedad que se le reconocía como antitusivo, una aplicación que se ha mantenido hasta nuestros días, siendo un ingrediente natural muy eficaz para tratar diferentes problemas respiratorios. Pero antes de ver sus propiedades medicinales, vamos a conocer un poco más de los orígenes y características del tusilago.

Proviene de la región de Eurasia, es común encontrarla en Norteamérica y Sudamérica. Es una planta herbácea perenne con flores del genero Tussilago, de la familia de las Compositae. Mide entre 10 a 30 cm de altura. Tiene hojas grandes, angulosas, de color verde blanquecino y luego al madurar se vuelven verdes, aparecen después de la floración. Sus tallos florales se desarrollan antes que salgan las hojas, son carnosos y esponjosos. Las flores son de color amarillo dorado. Se planta por semilla o rizoma. Su fruto es aquenio. Prefiere los terrenos pobres, arcillosos, arenosos pero calcáreos, sobretodo se lo encuentra a orillas de los lagos y ríos. Incluso se lo encuentra en zonas donde hay espejos de agua a alturas como 2500 metros de altura. Para uso medicinal se emplean sus flores y hojas las cuales deben ser secadas al sol, en sitios bien ventilados.


 Propiedades medicinales

Para conocer las propiedades medicinales que ofrece el tusilago debemos ver antes qué elementos contiene, que son los que actuaran sobre nuestro organismo para beneficiarnos por medio de diferentes aplicaciones. Su composición química está formada por una gran cantidad de mucilagos  uronicos en su mayoría, como son los glicoproteínas, los polisacáridos, esteroles, los flavonoides, el tanino, la pectina y la inulina. Los alcaloides, el ácido tusilagico, la tusilagina, el ácido isotusilaginico, el arnidiol, el faradiol, trazas de alcaloides pirrolizidinicos, el campesterol, el rutosido, la senkirkina y las sales minerales.

Por sus propiedades se la utiliza para tratar enfermedades bronquiales, es astringente, demulcente, emoliente, expectorante, estimulante, tónico. Una planta medicinal que resulta muy útil para problemas de tos, siendo un remedio muy eficaz para calmar este síntoma tan molesto.

 Alivia del mismo modo varios de los síntomas que produce el asma. Sin duda el tusilago es una planta medicinal muy recomendada para los efisemas crónicos, para tratar las diarreas, es un excelente diurético. Se lo emplea para combatir la anemia, el cansancio, trastorno de la vesícula biliar, los eritemas, la neumonía, la amigdalitis o las encías sangrantes.

El tusílago (recordamos que también se conoce como fárfara o uña de gato) puede prepararse como un remedio casero efectivo triturando sus hojas y aplicándolas tipo cataplasma directamente en la zona, para el dolor de las articulaciones, las heridas, las ulceras, las quemaduras, inflamaciones, o irritaciones de la piel.
El tusílago puede prepararse también en forma muy sencilla como infusión, vertiendo un cuarto litro de agua hirviendo sobre dos cucharaditas llenas de las hojas trituradas, se lo deja reposar por 10 minutos aproximadamente y se cuela a continuación. Debe beberse a través de pequeños sorbos, se puede llegar a tomar una taza, 2 o 3 veces al día. Se lo puede endulzar a gusto con miel o edulcorante.

Curiosidades

Se la conoce también como pie de caballo, una de caballo, fárfara, gordolobo, paso de asno, pata de buey, potas, sombrerera, etc.

En otros idiomas se lo conoce como fárfara en catalán, estulbedar o zaldioin en euskera, farfugio en portugués, pas dane en francés, coltsfoot o coughwort en inglés, tossilaggine en italiano o huflattich en alemán, etc.

En la gastronomía por su aroma anisado, sus hojas se emplean en ensaladas, sopas o tés.
Una curiosidad, debido a sus propiedades antitusivas, ya en la antigüedad era común fumar o aspirar el humo de las hojas del Tussilago para poder así calmar la tos o el asma.

Otra curiosidad, es que en la Segunda Guerra Mundial los soldados en tierras europeas la fumaban como sustituto del tabaco. En la actualidad esta práctica se sigue realizando, obteniendo de esta manera un tabaco más natural.

No se aconseja que la consuman mujeres embarazadas o en etapa de lactancia, ni personas con problemas hepáticos. No se recomienda tampoco consumirlo por más de 6 semanas al ano, ni en dosis diarias mayores a 10 ml.

Hay que tener cuidado porque algunas de sus partes tienen componentes tóxicos y puede producir una leve urticaria al manipularla.

 Fuentes: http://www.plantasmedicinales10.com/articulo/tusilago.html

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