viernes, 16 de marzo de 2018

Protocolo para el uso del flúor en niños

Resumen.
La EAPD recomienda vehementemente que el uso diario de flúor debería ser la parte principal de cualquier programa completo de prevención para el control de la caries en los niños. Sea cual sea el tipo de programa, individual o comunitario, el uso del flúor debe ser equilibrado entre la estimación del riesgo de caries y los posibles riesgos de los efectos tóxicos de los fluoruros. Los programas preventivos deben ser reevaluados a intervalos regulares de tiempo y adaptados a las necesidades y los riesgos de los pacientes. Para la mayoría de las comunidades europeas, la EAPD recomienda el uso de una pasta fluorada apropiada conjuntamente con buena higiene oral para ser el régimen básico de fluorización.

Palabras clave: Flúor, caries, niños.

1 – Introducción.
Las evidencias más recientes sugieren que el efecto cariostático de los fluoruros se ejerce más por su acción tópica que por su acción sistémica [Featherstone, 1999]. Este efecto es incluso mayor cuando se combina con una buena higiene oral, tal y como sucede cuando se practica un cepillado completo de los dientes con una pasta dentífrica fluorada [Rolla et al., 1991].


La preocupación sobre la prevalencia de manchas del esmalte en algunos niños ha sido muy relacionada con el uso de suplementos de flúor, especialmente durante los primeros seis años de vida [Ismail and Bandekar, 1999]. Sin embargo, también se ha dicho que la exposición temprana a la pasta dentífrica fluorada puede ser un factor de riesgo [Levy et al., 1995, Mascarenhas and Burt, 1998]. Los estudios que han resumido los riesgos de padecer manchas de esmalte – muchas veces referidas como fluorosis – concluyen que el riesgo es mayor cuando la exposición tiene lugar tanto en las fases secretoria, como en la de maduración de la formación del esmalte [DenBesten, 1999, Evans and Stamm, 1991]. Así pues, si consideramos el riesgo de moteado del esmalte, existen tres grupos que deben ser tenidos en cuenta:

De 0 a 4 años.
Los niños con menos de cuatro años se considera que tienen riesgo de presentar manchas en los primeros incisivos y molares permanentes ya que la calcificación y maduración de esos dientes ocurre durante este periodo de la vida. Más específicamente, el periodo que va de los 15 a los 30 meses de edad recibe el nombre de “la ventana de la susceptibilidad” ya que se estima que es el periodo de mayor riesgo. Es el periodo en el que el uso de fluoruros debe ser cuidadosamente monitorizado y equilibrado con las necesidades de prevenir la aparición de caries en la infancia. Especial atención debe darse al uso de fluoruros de aplicación tópica durante este periodo de la vida debido a un control inadecuado, por parte del niño, del reflejo de deglución.

De 4 a 6 años.
Durante este periodo ocurre la calcificación y maduración de los dientes posteriores – premolares y segundos molares – y existe un alto riesgo de que se formen manchas de esmalte. No obstante, cuando eso ocurre representa un problema estético menor y necesita ser contrapuesto frente al marcado beneficio en la prevención de la caries que supone el uso de los fluoruros.

De 6 años en adelante.
El riesgo de que se formen manchas de esmalte durante este periodo es insignificante, a excepción de los terceros molares.

2 – Protocolos.

......

NOTA: Las TABLAS Con datos y imagenes siguen en el articulo original:

Fuentes:
Articulo: "DOCUMENTO DE CONSENSO DE LA EUROPEAN ACADEMY OF PAEDIATRIC DENTISTRY (EAPD) CON LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ODONTOPEDIATRÍA." Publicado en  http://www.odontologiapediatrica.com.
URL: http://www.odontologiapediatrica.com/protocolo_de_la_academia_europea_consenso_europeo

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