martes, 19 de abril de 2016

9 razones para no tomar bebidas gaseosas

Tan solo una lata de 12 onzas contiene aproximadamente 10 cucharadas de azúcar refinada, saborizantes, colorantes artificiales, además de caramelo, cafeína, aditivos y conservantes que aportan alrededor de 150 calorías  los cuales aumentan el riesgo de padecer obesidad, diabetes, problemas cardíacos, infarto, cáncer, osteoporosis anemia entre otras enfermedades.

Y aunque no lo creas las gaseosas light, si bien tienen cero calorías, al ser muy dulces, hacen que quieras comer de más, las gaseosas no te van a quitar la sed y si pueden aumentar el riesgo de cáncer de páncreas, el consumo excesivo de azúcar por beber gaseosas todos los días contribuye a la formación de células cancerígenas, al ser esta una bebida carbonatada genera retención de líquidos y causa un aumento de peso, logrando que te sientas más pesada y con ansiedad.

Aumenta el azúcar en la sangre

20 minutos después de beber una gaseosa, el nivel de azúcar en la sangre incrementa rápidamente causando una explosión de insulina, Tu hígado responde convirtiendo el azúcar en grasa.

El licopeno

El licopeno es una sustancia química responsable de brindar el color rojo de las frutas y verduras. Es soluble en grasas y pertenece a la familia de carotenoides como el β-caroteno, sustancias que el cuerpo humano no sintetiza, sino algunos vegetales y microorganismos.
La facilidad con la que se incorpora el licopeno en el organismo, es decir, su biodisponibilidad es diferente según la forma en que sea consumido. Por ejemplo, cuando es ingerido con aceite se facilita su absorción. Las investigaciones confirman que la absorción intestinal del licopeno es mejor cuando este se calienta, debido a que el licopeno se absorbe mejor a través de las grasas y aceites por su liposolubilidad. Aparte, a temperaturas altas se rompen las paredes celulares del fruto, que son las que dificultan la absorción del licopeno.

Licopeno

El licopeno del neolatín lycopersicum, la especie tomate, es un caroteno rojo brillante y pigmento carotenoide y fitoquímico que se encuentra en los tomates y otras frutas y verduras de color rojo, como las zanahorias rojas, sandías, y papayas, aunque no en las fresas, pimientos rojos, o cerezas. Aunque el licopeno es químicamente un caroteno, no tiene actividad de vitamina A. Los alimentos que no son de color rojo también pueden contener licopeno, como las habas cafés o el perejil.

domingo, 3 de abril de 2016

Consejos para sembrar zanahorias en el huerto urbano

Esta entrada del blog la he añadido para motrar que hasta el cultivo más sencillo requiere un tiempo, esfuerzo y cuidados como es el caso de las zanahorias en un huerto urbano.

He escogido este video por que ilustra y sobre todo lo explica muy claramente los cuidados para hacer una plantación de zanahorias en la terraza, en un huerto urbano.

El video pertence a un canal de Youtube denominado "La huerta de ivan".

Video: https://www.youtube.com/watch?v=b370Jpruc_0&feature=youtu.be

viernes, 1 de abril de 2016

El engaño del siglo XX

La civilización occidental sufre una epidemia sin precedentes de enfermedades cardiovasculares y de diabetes tipo 2 que hace unos cien años eran dolencias prácticamente desconocidas en nuestra sociedad por ser poco habituales. Desafortunadamente, como en muchos otros aspectos de nuestra vida, estas epidemias son producto de la inagotable capacidad de la mayoría de los políticos para estropear todo lo que tocan. En efecto, la recomendación inicial de reducir el consumo de grasas -ese principio que muchos médicos abrazan como la solución a la mayoría de los problemas de salud- no proviene de un estudio científico ni está basada en ciencia reconocida alguna. Al contrario, como descubriremos en este artículo, es la recomendación de un comité político formado por varios senadores norteamericanos y que, más tarde, con la misma poca base científica, dio lugar a la pirámide nutricional que tristemente todos conocemos.

A principios del siglo XX, los médicos no estaban familiarizados con las enfermedades cardiovasculares. En las universidades, poco o nada se enseñaba sobre ellas. Esto no debe extrañar a nadie dado que en aquella época, las muertes por enfermedades cardiovasculares eran meramente anecdóticas. No es hasta 1920 que empieza a verse un aumento de estas enfermedades;  a partir de 1950 se consideran de manera oficial en los Estados Unidos como una epidemia. Lo cierto es que las cifras de muertes por enfermedades cardiovasculares están ligeramente alteradas por dos factores. En primer lugar, hasta la década de 1920 no se inventó el electrocardiograma, por lo que es posible que algunas muertes antes de esa fecha también se debieran a problemas cardiovasculares previos y, en segundo lugar, con la llegada de la penicilina, muchos casos que hubiesen supuesto muerte por infección fueron resueltos resultando en una expectativa mayor de vida y, por lo tanto, resultando a largo plazo en un incremento de las muertes por problemas cardiovasculares. Aun así, ninguno de estos dos factores altera las cifras de manera tan considerable como para no admitir que los casos de enfermedades cardiovasculares vienen creciendo incesantemente desde la segunda mitad del siglo pasado en todo el mundo occidental. Esto es fácilmente comprobable al comparar muertes por enfermedades cardiovasculares en pacientes entre 40 y 50 años y comprobar que, desde 1950 en adelante, los casos no han hecho más que multiplicarse.

El Aceite de Coco

En el artículo original se trata sobre los daños que se causan a la salud con la paulatina sustitución del Aceite de Coco por otros aceites vegetales en la industria alimentaria y en la cocina en general. Basta con mirar un poco a nuestro alrededor para comprobar que la obesidad, la diabetes y las enfermedades del sistema cardiovascular crecen a un ritmo desorbitado. Este crecimiento, que amenaza seriamente a las generaciones venideras, tiene uno de sus epicentros en los cambios que se han producido en la alimentación de los países desarrollados.

Desde , queremos aportar nuestro granito de arena para restablecer unas costumbres alimenticias sanas que repercutan positivamente en la vida de las personas. Para ello, desenmascararemos todos los mitos sobre la alimentación y pondremos sobre la mesa los principios científicos sobre los que desmontar las campañas que las grandes compañías alimenticias han creado en su beneficio.